Se dice que Putre era el lugar donde los Incas descansaban luego de una larga ruta que unía Arica y Potosí (Bolivia). Era un paso obligado para todos los funcionarios incas, tropas y caravanas de llamas cargadas de provisiones entre un lugar y otro. Más tarde, hacia 1580, con la llegada de los españoles, Putre se convirtió en un importante centro de producción agrícola.

Está ubicado al norte de nuestro país, en el altiplano chileno con paisajes áridos, cubiertos de bofedales y caminos rocosos.  Las primeras familias en asentarse en este lugar eran de origen aimara y provenían de Bolivia y Perú, desde donde trajeron la primera imagen religiosa de la Purísima Concepción que todavía se venera en el templo de Putre. Su iglesia fue construida en 1670 y restaurada en 1871.

Al igual que otros pueblos cercanos, durante el mes de febrero se celebra el carnaval de Putre, pero también existen otras fiestas religiosas muy importantes como el 15 de agosto, fiesta de la Virgen de Asunta y la procesión de Cristo Rey a finales de noviembre. Durante estas fechas se baila con la música de las tarkas y es recomendable probar platos típicos como la carne de llama o papa chuño con queso cabra.

Putre es el lugar donde cualquier viajero siente que retrocede en el tiempo. Intacto, bien cuidado rodeado de un paisaje cautivador de altos nevados y volcanes en el altiplano chileno. Una de las maravillas que hay en Chile.

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La mejor fecha para visitar Putre es entre septiembre y noviembre.

En enero y febrero si ha llovido, las rutas pueden ser dificultosas y algo peligrosas.

Está ubicado en altitudes entre los 3.500 y 5.000 msnm. Esto significa que es un lugar muy alto lo que normalmente afecta al malestar de los visitantes con mareos, náuseas y vómitos producto de la puna.

Es importante tomar mucho agua para mantener el cuerpo hidratado y comprar productos para evitar la puna como el té de coca muy caliente.

Probar la gastronomía típica del pueblo.

No dejar basura en el camino, cuidar Putre es responsabilidad de todos.